La comida como inspiración – Ratatouille
La comida forma parte de nuestras vidas diarias, forma parte de nuestra cultura, de nuestra sociedad, de nuestros gustos y nuestros deseos. Algo tan esencial como es la comida tendría que tener un momento de protagonismo o, por lo menos, una mínima visibilidad en todos los ámbitos sociales. Por ello, hoy nos vamos a centrar en el cine, sí, ese lugar donde podemos desconectar de la vida rutinaria, dónde podemos vivir y sentir lo que queramos. Y es que en el cine, la alimentación también forma parte de la historia y la atmósfera que se pretende crear en películas como «Julie & Julia», «El hoyo», «Ratatouille»,…
En esta ocasión nos vamos a centrar en la película «Ratatouille», de Disney PIXAR. Y es que, en esta película la comida es una parte tan esencial de la historia que el nombre está inspirado en el plato típico de Francia, Ratatouille, un estofado de diferentes hortalizas.
Esta película trata de Remy, una rata cuyo sueño es convertirse en un gran chef gourmet. Éste, por pura casualidad, encuentra la manera de cocinar y poder dar a conocer sus creaciones culinarias y es que puede controlar a Lingüini, un lavaplatos de un restaurante, a través de estirar de su pelo. Poco a poco, bajo el nombre de Lingüini, muestra su talento. Finalmente, tras un enfado entre los dos protagonistas por la presión de impresionar a Anton Ego, un crítico culinario, Lingüini decide revelar a todos los cocineros la historia de Remy. Posteriormente, Remy consigue impresionar a Ego (aún conociendo al verdadero Chef, Remy), pero al descubrirse que había ratas en el restaurante por culpa del inspector de sanidad y el exjefe del restaurante, Skinner, Ego perdió su credibilidad y su trabajo.
Ante esta situación, Ego funda un restaurante con Lingüini, Remy (como chef principal) y Collete (compañera que ayudó a Lingüini) para humanos y para ratas.
Como conclusión final, esta historia realmente es inspiradora pues nos anima a conseguir lo que nos propongamos ya que, como dice una frase tan característica de esta película: «En el pasado, jamás oculté mi desdén por el famoso lema del chef Gusteau: ‘Cualquiera puede cocinar’, pero al fin me doy cuenta de lo que quiso decir en realidad: cualquiera no puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede provenir de cualquier lado.» Además, concede a la comida ser el elemento principal que tanto se merece, reflejo de nuestro día a día; al fin y al cabo, la comida aunque pase a veces desapercibida, es una gran protagonista.