by lsalmar on 21 de diciembre de 2020 at 19:14 · Filed under noticias
En estas fechas navideñas es típico la presencia de marisco en la cena de nochebuena o en el día de navidad. Se ha convertido en una tradición que se ha popularizado gracias a los avances en la acuicultura y en la conservación de congelados. Sin embargo hay que tener cuidado con la marca de langostinos que decidamos coger porque no todas son de calidad.
Hace unos días la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU) publicó una noticia en la que se exponía cual era la peor marca de langostinos del mercado. Para ello analizaron varias de ellas teniendo en cuenta su contenido en sal, conservantes, etiquetado y calidad del producto entre otros muchos factores. La mayoría sobrepasaba la máxima cantidad de sal que se recomienda tomar al día. Pero en concreto una de las marcas se llevaba la palma con diferencia. Esa es Costasur, cuyas cajas podemos encontrar en los supermercados de Alcampo y Carrefur. El problema que se encuentra en estos langostinos es el alto contenido en sal, aditivos y conservantes causantes de diversas enfermedades.
En definitiva, debemos tener cuidado estas navidades y fijarnos en la marca de mariscos que decidamos comprar, ya que aunque nos parezca que están muy buenos es posible que nos estemos tomando una bomba de calorías.
Actualmente, los alimentos con un bajo contenido en conservantes están siendo una revolución. Mejoran drásticamente la seguridad y calidad alimentaria. Todo esto se debe a la biotecnología y a la ciencia de los alimentos. Concretamente, una empresa de Chile está investigando en cómo mejorar la protección de los alimentos.
Su nombre es Protera Biosciences. Esta compañía se dedica a combinar la inteligencia artificial con la bioinformática para la producción de proteínas específicas que refuerzan los sectores de la salud y la alimentación. Esta doctrina se denomina biología sintética. Y es que Protera Biosciences ya ha generado ciertas proteínas que se dedican, por ejemplo, a alargar la vida de los alimentos o a sustituir el aceite de palma, entre otras.
El próximo objetivo de la empresa es crear proteínas antioxidantes que incrementan las defensas de los alimentos contra el crecimiento de posibles microorganismos. Esto sería una gran revolución para los fabricantes de productos alimenticios, ya que cada vez se demandan más los alimentos con pocos conservantes.
Como vemos, esta compañía no para de innovar. Puede llegar a ser una gran potencia mundial dentro de unos años porque sus productos están siendo, poco a poco, más solicitados.
Muchas veces no nos damos cuenta de que estamos rodeados por personas que lo dan todo para complacer nuestra felicidad. En la mayoría de los casos dichas personas se olvidan incluso de dedicarse un momento solo para ellos. Eso es exactamente lo que le pasa al protagonista de «Un toque de canela».
Esta película cuenta la historia de un joven cocinero que ha sido criado en Estambul principalmente por su abuelo. Él le enseña todo lo que sabe sobre la cocina y la vida diciéndole que hay que darles un toque para que tengan sabor, metafóricamente hablando. Con el paso de los años Fanis (el protagonista), llega a ser un grandísimo cocinero e incluso emplea las lecciones que su abuelo le enseñó para satisfacer las vidas de aquellas personas que están cerca de él. Sin embargo, a los 35 años se da cuenta de que tiene que encontrarse a si mismo y darle sabor a su propia vida, dándole «un toque de canela».
Todos deberíamos replantearnos si nuestras vidas están llenas de sabor o si están amargas. En ese caso, ¿a qué esperamos para saborizarla añadiéndole el ingrediente que nos falta?
by lsalmar on 8 de diciembre de 2020 at 12:34 · Filed under Sin categoría and tagged: literatura
¿Conoces al escritor y periodista estadounidense Bill Buford? Seguramente nunca has oído hablar de él ni de sus libros, la mayoría de los cuales tratan del mundo de la cocina, pues Buford siempre se imagina cómo habría sido su vida si se hubiese dedicado a las artes culinarias. Así se refleja en uno de sus libros más famosos: «Calor».
Esta novela cuenta la historia del propio Bill Buford que, tras haber invitado a cenar a su casa a uno de los mejores chefs de Nueva York, decide empezar a cocinar para él siendo su aprendiz. Poco a poco va aprendiendo las técnicas culinarias de su maestro. Recorre un duro camino entre quemaduras (de ahí el nombre del libro), ofensas y sacrificios para poder ascender a cocinero. Finalmente, también viajará por todo el mundo descubriendo las distintas culturas alimentarias.
«Calor» es una de las muchas novelas de cocina que ha escrito Buford. Justamente este año ha sacado un nuevo libro también relacionado con la gastronomía. Así que, si quieres descubrir el inmenso mundo culinario, ¿a qué esperas para comprarte un libro de Bill Buford?
by lsalmar on 3 de diciembre de 2020 at 19:24 · Filed under Sin categoría and tagged: gastronomía
La feria gastronómica de carne más grande del mundo que se celebra cada tres años en Frankfurt va a ser una revolución. En su próxima edición (que se celebrará en 2022), el evento incluirá una sección dedicada exclusivamente a la carne vegana, algo que nunca se ha visto en dicha feria.
Al haber incluido un sector vegano, los organizadores de la celebración han decidido cambiar su nombre de «IFFA» a «Tecnología para la carne y proteínas alternativas». Cada promoción acuden cientos de expertos de ciertas empresas cárnicas. Pero lo que se espera para esta vez es que se unan también las empresas revolucionarias que se dedican a crear e innovar con carnes veganas.
Además de la «carne vegana», la feria también quiere incluir a los productores de carne a partir de cultivos celulares, un sector que poco a poco está empezando a crecer. A pesar de que todavía no han lanzado al mercado ningún producto, se espera que van a ser un éxito mundial en un futuro cercano.
Así pues, la próxima edición de la IFFA va a marcar un antes y un después con respecto a la producción de carnes. Es muy probable que tras celebrarse todavía se popularice más el consumo de proteínas vegetales.
Según un estudio que ha publicado la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales (SMPA), en las granjas industriales de animales se están cultivando «superbacterias» debido al suministro de antibióticos que han sido utilizados para frenar la expansión del coronavirus. Esto supone un gran peligro para la salud pública. Incluso podría venir una pandemia peor que la que estamos viviendo y, sin embargo, los granjeros industriales desconocen dicho riesgo.
Ya sabemos que en las granjas industriales los animales están sometidos a un abastecimiento continuo de alimentos y antibióticos, estos últimos para prevenir enfermedades. La mayoría de las veces estos tratamientos son efectivos, pero se han dado casos en los que no ha funcionado (listeria, salmonela,…). Lo cierto es que cuando una superbaceria pasa de un animal a un humano, resulta más difícil pasar la enfermedad.
Además, la SMPA realizó una encuesta a distintos países, incluyendo a España, en la que se preguntaba acerca de una futura pandemia provocada por las industrias alimentarias. Los resultados mostraron que la mayoría de la gente encuestada estaba de acuerdo con dicha afirmación.
Así pues, la SMPA, tras los estudios que ha realizado, concluye diciendo que debemos empezar a tomar conciencia de las superbacterias que se están cultivando en las granjas industriales, así como conocer el peligro que suponen.
Desde que se conoce el mito griego de como surgió el olivo (que fue gracias a Atenea, quien hizo brotar este árbol para regalárselo a los dioses), se está investigando el fruto que da dicho vegetal. Sin embargo, una variedad específica del olivo silvestre ha sido marginada: el acebuche.
La Universidad de Sevilla ha querido retomar esta investigación que se dejó de lado y ha realizado grandes avances sobre los beneficios que da el aceite de acebuchina, entre los cuales se encuentran la capacidad para reducir la hipertensión, su efecto anticoagulante debido a los tocoferoles que contiene o su facultad para disminuir la concentración de colesterol por los esteroles que hay en su composición. Solo se han nombrado unos pocos beneficios de este aceite, pero hay muchísimos más. Entonces, si tiene tantas ventajas, ¿por qué no se consume este producto?
La respuesta es muy sencilla. Se podría considerar este aceite como gourmet, es decir, su consumo puede salir muy caro. Un litro de aceite de acebuchina puede rondar los 50-100 euros. Es por esto por lo que su consumo es tan reducido a pesar de sus incontables beneficios.
Así pues, «el aceite de los dioses» aún está siendo investigado por la Universidad de Sevilla y se espera que su consumo aumente en unos años si se consigue reducir su precio.
by lsalmar on 19 de noviembre de 2020 at 19:14 · Filed under Sin categoría and tagged: historia
¿Alguna vez has oído hablar de la cenicienta? No, no me refiero a la princesa Disney, sino a una variedad de uva que recibe el mismo nombre. Seguramente no sabías que existía, ya que sufre una historia de abandono y olvido. Sin embargo, gracias a ciertos investigadores españoles está volviendo a renacer.
Se está trabajando mucho para que se puedan autorizar tierras en las que se cultive esta uva. Y es que la cenicienta no es la única variedad perdida. Hay muchas más. Entre finales de siglo XIX y principios del XX hubo una gran plaga que provocó la desaparición de muchos de tipos de uva. Algunos ejemplos son la autóctona de Galicia, que no volvió a renacer hasta los años 80, la callet y fogoneu en Mallorca o las forcallat blanca y tinta propias del Levante, entre otras muchas variedades.
Ciertos estudios apuntan a que una de las muchas soluciones para disminuir el cambio climático recae en dichas especies desaparecidas. Así pues, debemos colaborar todos para que la viticultura se desarrolle todo lo posible y así estaremos contribuyendo a salvar el planeta. !En busca de las uvas perdidas!
Si quieres saber más sobre la historia del abandono de las variedades de uva, pincha el siguiente enlace:
by lsalmar on 15 de noviembre de 2020 at 14:47 · Filed under Sin categoría and tagged: nuevas tecnologías
Hoy en día, el sector agrícola representa un porcentaje bastante alto de las emisiones de CO2 a la atmósfera, el aumento del calentamiento global o la destrucción de la biodiversidad entre otros factores de contaminación. Según fuentes de la FAO, las tierras cultivables podrían desaparecer en aproximadamente 60 años. Por ello, el sector tecnológico de foodtech ha propuesto una serie de soluciones innovadoras para reducir el impacto medioambiental de la producción de alimentos.
El impacto de la pandemia producida por la COVID-19, ha supuesto un avance en la producción de la comida del futuro porque todo apunta a que fue causada por un alimento. Una vez más se demuestra que hay una gran relación entre salud y alimentación y nos recuerda la importancia de la seguridad alimentaria. Por esta razón, la ingeniería genética está investigando cómo poder mejorar el cultivo de productos y su composición nutricional. Se habla también de una nutrición personalizada que permita sustituir los productos de origen animal por los de origen vegetal mediante el cultivo de carnes en el laboratorio a partir de tejidos reales.
Foodtech sigue trabajando un muchos proyectos tecnológicos relacionados con la alimentación para poder reducir la contaminación. El futuro ya está aquí.
Actualmente, estamos escuchando mucho los términos de «hamburguesa vegetal» o «hamburguesa vegana». Pero realmente, ¿podemos llamarlas así si esos productos están hechos de vegetales y plantas? Es una pregunta que se hacen muchas personas y por eso el parlamento europeo realizará en unos días una votación para decidir si se eliminan dichos términos.
Entre esa gente que se hace la pregunta se encuentra Santiago Aliaga, dirigente de una empresa que produce «carne» de origen vegetal. Junto con otras compañías, Aliaga decidió enviar una carta a los eurodiputados españoles para aclarar la duda tras haberse aprobado las enmiendas 165 y 171. Una de ellas apunta que las denominaciones usadas para la carne y productos de origen animal se utilicen únicamente para las que realmente contengan carne, como pueden ser los términos «embutido», «filete» o «hamburguesa». La otra prohibe los nombres que se usan para productos vegetales como, por ejemplo, «queso vegano» o «leche vegetal» y también afecta a las expresiones de «sustitutivo de» o «parecido a», entre otras.
Así pues, debemos tener cuidado con los términos que utilicemos para nombrar los productos de origen vegetal, ya que se están restringiendo por ser inapropiados.