Muchas veces hemos visitado algún restaurante, bar o hostal en cuya carta, además de infinitos platos deliciosos, encontramos como estrella El Chuletón. Este asombroso plato es muy venerado por la mayoría y es que la jugosidad y sabor de esta carne supera los límites del placer.

Los chuletones se consideran verdaderas especialidades de las cartas gastronómicas pero su preparación, a pesar de ser vuela y vuelta a la plancha, debe ser controlada, pues una de las cosas más complicadas es controlar los tiempos y puntos de la carne.

Entre los puntos del aclamado chuletón encontramos el chuletón «al punto», «muy hecho» y «poco hecho» . Respecto a estos puntos las opiniones son muy variadas y es que cada persona disfruta específicamente un punto de cocción diferente. Pero seguro que alguna vez habéis oído a alguien decir que le gusta el chuletón poco hecho pero SIN SANGRE. Pues bien, eso no tiene ningún sentido ya que el chuletón igual que la carne no tiene sangre, simplemente porque no hay venas. Podemos afirmar que este fluido rojizo no es sangre puesto que la sangre es mucho más densa y de un color más oscuro, además tiene un sabor salado ya contiene sales, por lo contrario este fluido es medio translucido y insípido. Entonces, ¿que es el líquido ese que vemos en la carne poco hecha? ese líquidito tan repugnante para algunos es nada más que una proteína que se encuentra en el tejido intramuscular llamada mioglobina que es muy parecida a la hemoglobina de la sangre. Es por esta razón que asociamos este líquido a la sangre sin ser la mioglobina nada de esto. La mioglobina no es perjudicial para nuestra salud y no es nada parecida a la sangre del interior de las venas, cosa que no quita que siga dando repugnancia a la vista, y mucho más a la hora de comer.

Me encanta leer este tipo de entradas porque me doy cuenta de lo engañados que vivimos!