by mtargar on 23 de noviembre de 2020 at 18:32 · Filed under Sin categoría and tagged: gastronomía
Es un sencillo plato originario de las islas Hawai que está conquistando los paladares más exigentes y también a los nutricionistas porque permite disfrutar del hedonismo culinarioy cuidar nuestra dietaa la vez. Tiene sus raíces en los pescadores nativos hawaianos, que marinaban el pescado crudo, añadiéndole verduras a modo de ensalada. Con el tiempo ha ido evolucionando y adquiriendo toques de la gastronomía japonesa hasta convertirse en un rival del sushipor su fácil preparación, versatilidad, su apariencia exótica y cualidades nutricionales.
Un «poke» no es más que una bonita ensalada hawaiana con trozos de pescado, verduras, hortalizas, frutas, semillas y frutos secos que podemos elaborar a nuestro gusto.
La preparación de un «poke» es muy sencilla, necesitamos un bowl en el que colocaremos una base de arroz integral, legumbres, o quinoa, previamente cocida. A continuación podemos incluir una verdura de hoja verdecomo espinaca, canónigo, rúcula, kaleo col rizada, hoja de roble, lechuga o endivia. Podemos incluir otras verduras y hortalizas: cebolla blanca o morada, zanahoria, remolacha, tomate, brócoli, pepino… etc. Las algascomo el wakame o el hijiki aportan al bowl un mayor valor nutritivo y sabor.
El toque exótico del «poke» lo suelen poner las frutas: piña, fresas, frambuesas, arándanos, aguacate, granada o papaya pueden dar un toque dulce, exótico y nutritivo al plato.
Sobre esta cama de verduras y/o frutas se debe introducir el pescado crudo o sashimi, que se marina5 minutos en salsa de soja y semillas de sésamo tradicionalmente. Atún, salmón y pez mantequilla son opciones apreciadas.
Los frutos secoscomo las nueces, almendras, anacardos, avellanas y cacahuetes pueden terminar coronando el bowl junto con semillas de sésamo, lino o chía.
Y finalmente, el aliño. Aunque se utilizan muchas salsas que a veces resultan desequilibradas en nuestra cultura mediterránea no puede faltar el aceite de oliva virgen extra que podemos acompañar de zumo de lima, limón o vinagre y por supuesto aderezar con especias como el orégano, albahaca o pimienta o incluso dar un toque picante con guindilla o chile.
Los insectos han estado presentes desde siempre en la dieta de los seres humanos, ya que son consumidos por unos aproximadamente 2.000 millones de personas. El Programa de Insectos Comestibles de la FAO reconoce que proporcionan proteínas y muchos nutrientes de alta calidad, por ejemplo, en comparación con la carne y el pescado y, además, contienen niveles elevados de ácidos grasos insaturados, aminoácidos, vitaminas y ricos en fibra y micronutrientes. Todo ello, dentro de unas criaturas biodegradables.
Además, al ser animales de sangre fría, no utilizan energía alimentaria para mantener la temperatura corporal, es decir, los insectos consumen solo 2 kg de pienso para producir 1 kilo de carne de insectos. Por otro lado, una vaca requiere 8 kg de pienso para obtener 1 kg de carne de vacuno. Además, los insectos producen una reducida cantidad de emisiones como metano, amoníaco, gases de efecto invernadero y estiércol, que contaminan nuestro planeta. La FAO indica que los cerdos producen entre diez y cien veces más gases de efecto invernadero por kilo que, por ejemplo, los gusanos de la harina (larvas de escarabajo).
Por estas razones, los insectos son como una solución de futuro para la alimentación con cantidad de beneficios nutritivos, sanitarios y ambientales.
Alrededor de todo el mundo se consumen más de 1.900 especies de insectos comestibles. Los más consumidos son los escarabajos (coleópteros) (31%), las orugas (lepidópteros) (18%) y las abejas, avispas y hormigas (himenópteros) (14%). Les siguen los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros) (13%), las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches (hemípteros) (10%), las termitas (isópteros) (3%), las libélulas (odonatos) (3%), las moscas (dípteros) (2%) y otros órdenes (5%).
A pesar de que su consumo es raro o poco común en muchos países con unas determinadas costumbres éticas y culturales, la cría de insectos y el aprovechamiento de productos derivados es una prometedora industria alimentaria que empieza a desarrollarse poco a poco por Europa.
Normalmente se opta por el consumo molido de estos, como hace Trillions, empresa pionera en España en suplementos deportivos, como barritas proteicas, creados a partir de harina de grillo.