Seguramente, en más de una y de dos ocasiones, te hayas visto en la obligación de responder a la siguiente pregunta: «¿Eres más de dulce o de salado». y existen varias razones que explican nuestra respuesta.

Por naturaleza tenemos el instinto de que nos guste lo más calórico por una mera cuestión de garantizarnos la supervivencia. «A nosotros y a los animales nos gusta comer y nos gusta lo más calórico porque es lo que instintivamente relacionamos con lo bueno y lo que nos beneficia, aunque ahora esto no sea así por el contexto de abundancia y facilidad de conseguir alimentos, ya que no necesitamos ese instinto y debemos reeducarlo para que nos guste lo menos calórico», asegura la doctora en nutrición, farmacéutica y dietista-nutricionista Laura Isabel Arranz
También nos marcan mucho los primeros alimentos que probamos. «Si de pequeños hemos probado antes lo dulce que lo salado, tendremos más afinidad por lo que hemos comido más temprano y más veces», explica la nutricionista.
Asegura que nos marcará a su vez nuestra historia en cuanto a alimentación emocional. «¿Qué nos han dado de pequeños como premios de comida después de un mal rato?, efectivamente un dulce, con lo que nos vemos realmente condicionan lo que nos han enseñado a comer por puro placer.
Pablo Ojeda, dietista y experto en obesidad, cuenta por su parte que hay otros factores que inciden en dicha elección , muchas personas eligen el dulce porque cuando lo consumimos se libera una famosa hormona llamada dopamina que es la hormona del placer, esto hace que muchos seamos “adictos al dulce”.
El último factor es la labor de las papilas gustativas, hay varios tipos, pero unas tienden más a lo salado y otras a lo dulce y no todo el mundo tiene el mismo tipo de papilas gustativas, unas personas tienen más de una o más de otra, y esto también va a tener un gran impacto en tu elección.
Nuestras preferencias, por tanto, están marcadas por el tipo de alimento que comemos, por la frecuencia en la que lo consumimos y el tipo de papilas gustativas que tenemos. Todo eso, en general, hará que haya personas que prefieren más lo dulce que lo salado.
Información extraída de:
https://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2017/09/18/59bb98b1e2704eac3d8b4630.html
Pues yo soy tanto de dulce como de salado, ¡me encanta comer! Interesante ver como relacionamos la comida con experiencias, buen trabajo.
Me parece una información muy interesante, es bueno saber que lo que comemos de pequeños tendrá repercusión en nuestros gustos alimenticios futuros!!!